El oden es un plato japonés tradicional que evoca imágenes de frías noches invernales, callejones estrechos iluminados por linternas rojas y el sonido distante del tambor taiko. Esta sopa abundante, llena de sabores umami y reconfortante como un abrazo de abuela, se considera un manjar nacional en Japón, especialmente en la región de Kansai, donde Osaka es su reina indiscutible.
Aunque parezca una simple sopa, el oden esconde una complejidad que deleita los paladares más exigentes. Se prepara hirviendo lentamente ingredientes diversos en un caldo claro de dashi, que típicamente se elabora con kombu (algas secas) y katsuobushi (copos de bonito ahumado).
Un mosaico de sabores y texturas:
El encanto del oden radica en la diversidad de sus ingredientes. Cada uno aporta su textura única y un sabor distintivo que se funde armoniosamente en el caldo. Entre las estrellas más brillantes se encuentran:
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Daikon: Un rábano blanco gigante, suave y ligeramente dulce, que absorbe el dashi como una esponja.
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Konnyaku: Una gelatina translúcida elaborada con la raíz del konjac. Tiene una textura firme y ligeramente gomosa, ideal para contrastar con los demás ingredientes.
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Tamago: Huevos de gallina cocidos a baja temperatura en el caldo, resultando en una textura cremosa y un sabor sutilmente umami.
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Hanpen: Un pastel hecho con pescado blanco molido, que aporta una textura esponjosa similar al tofu.
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Ganmodoki: Pasteles hechos con tofu prensado y verduras, ofreciendo un toque vegetal fresco.
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Chikuwa: Una especie de pasta de pescado en forma de tubo, con un sabor sutilmente dulce y una textura firme.
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Narutomaki: Un pastel de pescado en espiral de color rosa, que aporta un toque festivo al oden.
Un festival para los sentidos:
La experiencia del oden va más allá del simple gusto. Es una danza sensorial que comienza con el aroma embriagador del dashi y la mezcla de ingredientes. Cada bocado es una explosión de sabores y texturas: la suavidad del daikon, la firmeza del konnyaku, el sabor umami del huevo, la esponjosidad del hanpen…
El oden se sirve tradicionalmente en un caldero comunal con pinchos largos para tomar los ingredientes.
En Osaka, las calles vibran de puestos callejeros de oden durante los meses más fríos. Estos establecimientos suelen ser pequeños y acogedores, con mostradores de madera y lámparas de papel que crean una atmósfera cálida e invita a la conversación. Puedes elegir tus ingredientes favoritos del caldero humeante y disfrutarlos mientras conversas con los locales sobre el clima, la vida en Osaka o simplemente sobre el placer del oden.
Más que un plato: una tradición cultural:
El oden no es solo comida; es una experiencia social que une a la gente alrededor de una mesa compartida. En Japón, se considera un plato ideal para las reuniones familiares y los amigos, especialmente durante las fiestas invernales. La sopa caliente y los ingredientes reconfortantes evocan un sentimiento de hogar y bienestar, creando un ambiente acogedor y propicio para charlas animadas.
Si tienes la oportunidad de visitar Osaka en invierno, no te pierdas la oportunidad de probar el oden. Sumérgete en la cultura local, disfruta del sabor único de este plato tradicional y deja que te caliente el corazón durante una fría noche japonesa.